El pasado lunes 20 de febrero de 2023, en un acto muy emotivo, la Fundación Real Madrid y DYEPUMF firmaron la continuidad de la colaboración en nuestro proyecto.
Nuestro presidente Ángel Manzano rodeado de parte de la junta directiva de DYEPUMF tuvieron el honor de asistir al acto en el que se firmó extender la colaboración de nuestra ONG con la Fundación Real Madrid por un período de 3 años.
Aquí os dejamos el discurso íntegro de Ángel:
» El pasado diciembre se cumplieron diez años desde que comenzamos esta maravillosa experiencia llamada Deporte y Educación Para Un Mejor Futuro.
Solo un año después vio la luz la mejor simbiosis que ni en el más inalcanzable de los sueños le podría haber ocurrido a nuestro proyecto para transformarlo en algo supremo: que nos cogiese de la mano ese hermano mayor llamado Fundación Real Madrid no ha hecho más que multiplicar exponencialmente nuestros logros y expectativas desde el primer segundo de nuestra relación.
En 2013, Daniela tenía solo 8 años, cuando se integró en nuestra escuela socio- deportiva Charles Renel, en Majunga, ciudad del norte de Madagascar en que el baloncesto es una religión. Su pasión por este deporte fue como un auténtico flechazo. En 2018, con todavía 13 años, entró en estado de estupefacción cuando su madrastra le comunicó que la familia iba a trasladarse al desértico sur de la Gran Isla, lugar desconocido para ella, pero origen de toda su familia, con la intención de que ella fuese intercambiada en matrimonio con alguien a quien Daniela desconoce y de edad muy superior, a cambio de un puñado de cebúes. La sinergia de nuestro esperanzador proyecto le permitió seguir haciendo una vida propia de una niña de 13 años: estudiar, seguir rodeada de gente de su edad y continuar disfrutando de su principal pasión, el baloncesto, gracias a que se le buscó una familia de acogida. Poco tiempo después, Daniela comenzó a competir de manera regular con un club de su ciudad. En 2021 Daniela tenía que pellizcarse para darse cuenta de que lo que estaba viviendo no era un sueño, ya que, con su escaso metro y medio de estatura había sido proclamada mejor jugadora del Campeonato sub- 16 de Madagascar, tras haber conseguido su equipo quedar campeón.
Daniela es uno de los más de 400 niños y niñas que gracias a la colaboración FRM- DYEPUMF no son puestos a trabajar prematuramente y reciben una beca anual para poder seguir estudiando y recibiendo educación a través del deporte organizado, en un país en que la estancia media en el colegio se reduce a 7 años.
En un país en que más del 90% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, nuestra colaboración ha permitido que más de 5.000 menores que viven en miseria extrema hayan cumplido el inalcanzable sueño de tener un balón en sus manos, una canasta en buenas condiciones a la que lanzar y alguien a su lado que se preocupe por ellos, su entorno y su futuro.
Madagascar es uno de los países con menos gasto público en educación del mundo.Pues bien, nuestro proyecto ha conseguido que cada año 7 centros ubicados en algunos de los barrios más conflictivos de aquel país disfruten de una cancha de baloncesto en condiciones, dinero para gastos variados de acondicionamiento y variadas actividades extraescolares totalmente gratuitas: informática, idioma, campamentos urbanos y de verano o higiene y salud
En un país con más de un 50% de desnutrición crónica, los más de 5.000 menores que han disfrutado de nuestra acción han recibido nutrición cada semana.
Estos mismos menores se sienten unos privilegiados y se esfuerzan en seguir haciendo méritos para disfrutar de ropa deportiva limpia y en buenas condiciones con el logotipo de la Fundación Real Madrid en el pecho.
En nombre de todos estos menores nacidos en el lado equivocado del mundo que disfrutan cada día de nuestra acción casi como el único asidero al que agarrarse en sus vidas, muchas gracias Fundación Real Madrid, con mayúsculas, por todo lo que estáis haciendo por nosotros, con el más firme de los deseos de que este bonito viaje que estamos disfrutando juntos dure muchos más años y que siga siendo tan fructífero, por lo menos, como hasta ahora.
Hasta siempre, compañeros de viaje«
